La niña que hablaba con las estrellas.
Había una vez una niña llamada Ana, quien siempre había sentido una conexión especial con las estrellas. Desde que era pequeña, le encantaba mirar hacia el cielo nocturno y hablarle a las estrellas, contándoles sus secretos y sueños más profundos.
"Las estrellas son una guía en la oscuridad"
Un día, mientras estaba en su jardín, Ana se encontró con una estrella que había caído del cielo. La estrella estaba triste y perdida, así que Ana decidió ayudarla. La niña tomó la estrella en sus manos y le preguntó cómo podía ayudarla. La estrella le dijo que quería volver a su hogar en el cielo, pero que no sabía cómo llegar allí.
Ana, con su gran corazón y su amor por las estrellas, decidió ayudar a la estrella a encontrar su camino de regreso. La niña empezó a preguntarle a las estrellas que brillaban en el cielo por ayuda, y pronto descubrió que todas las estrellas tenían su propia personalidad y habilidades especiales.
La primera estrella que Ana encontró fue la estrella más grande y brillante del cielo, que se llamaba Polaris. Polaris le dijo a Ana que si quería ayudar a la estrella perdida, tenía que buscar a la estrella más rápida del cielo, que se llamaba Vega.
"No hay nada más bello que el universo"
Ana se puso en camino, siguiendo las instrucciones de Polaris. Pronto encontró a Vega, que era una estrella muy rápida y juguetona. Ana le preguntó a Vega si sabía cómo llevar a la estrella perdida de regreso al cielo, y Vega le dijo que sí, pero que necesitaban la ayuda de la estrella más sabia del cielo, que se llamaba Sirius.
Ana y Vega fueron en busca de Sirius, que vivía en la constelación del Can Mayor. Cuando llegaron allí, encontraron a Sirius brillando en el cielo nocturno, rodeada de otras estrellas. Ana le preguntó a Sirius si podía ayudarles a llevar a la estrella perdida de regreso al cielo, y Sirius les dijo que sí, pero que necesitaban la ayuda de la estrella más fuerte del cielo, que se llamaba Antares.
Ana y sus nuevas amigas estelares encontraron a Antares en la constelación de Escorpión. Antares era una estrella muy fuerte y poderosa, pero también muy solitaria. Ana le preguntó a Antares si podía ayudarles a llevar a la estrella perdida de regreso al cielo, y Antares aceptó ayudarlas.
Juntas, Ana, Polaris, Vega, Sirius y Antares llevaron a la estrella perdida de regreso al cielo. La estrella estaba muy agradecida con Ana y sus nuevas amigas estelares, y le prometió que siempre estaría allí para guiarla en su camino. Desde entonces, Ana seguía hablando con las estrellas todas las noches, y siempre recordaba el día en que ayudó a una estrella perdida a encontrar su camino de regreso a casa.
Espero que te haya gustado este cuento infantil. ¡Que tengas un bonito día!
HAY UN POEMA,
en el cielo nocturno encontraba su hogar.
Miraba hacia arriba, en busca de ellas,
y les contaba sus secretos sin cesar.
Las estrellas brillaban con fuerza y esplendor,
mientras escuchaban con atención.
La niña sentía su cálido amor,
y hablaba con ellas sin inhibición.
Un día una estrella cayó del firmamento,
la niña la encontró triste y perdida.
Con amor y cuidado, la tomó en su aliento,
y juntas buscaron la ruta de salida.
Polaris les dijo que debían hallar,
a Vega, la estrella más veloz del lugar.
Juntas, a Sirius y Antares fueron a encontrar,
en una aventura estelar sin igual.
Encontraron el camino de vuelta a casa,
y la estrella agradecida prometió,
que siempre guiaría a la niña con su luz radiosa,
en su camino de vida, su amor inmortal.
La niña que hablaba con las estrellas,
encontró en ellas un amigo fiel.
Que siempre la guiará en las tinieblas,
y le dará amor sin fin, como la miel.
Así, la niña sigue hablando con las estrellas,
en el cielo nocturno, su hogar eterno.
Y en la oscuridad, encuentra su belleza,
en el amor de los astros, su consuelo eterno.
