El conejito curioso.
Había una vez un pequeño conejito llamado Benji. Benji era muy curioso y siempre estaba preguntando sobre el mundo que lo rodeaba. Un día, mientras saltaba por el bosque, vio una extraña luz brillante que provenía de una cueva.
"La curiosidad puede llevarnos a descubrir cosas maravillosas, pero también puede meternos en problemas."
Intrigado por la luz, Benji decidió investigar y se acercó a la cueva. Pero justo cuando estaba por entrar, escuchó una voz que decía: "¡Alto ahí, conejito curioso! ¿Qué crees que estás haciendo?".
Era el sabio búho del bosque, quien siempre estaba al tanto de lo que pasaba en su territorio. Benji se sintió avergonzado por haber sido descubierto, pero aún así le preguntó al búho sobre la luz en la cueva.
El búho le explicó que la luz era una gema mágica que estaba protegida por un hechizo, y que solo podía ser tocada por un ser puro de corazón. Benji, al escuchar esto, decidió que quería ser ese ser puro de corazón y se ofreció para intentar tomar la gema.
"La curiosidad es el camino hacia el conocimiento, pero debemos tener cuidado de no dejarnos llevar demasiado lejos."
El búho aceptó y le dijo a Benji que debía superar tres pruebas antes de poder entrar a la cueva. La primera prueba era demostrar su valentía enfrentando a un zorro astuto que habitaba en el bosque.
Benji, aunque temeroso, se enfrentó al zorro con ingenio y logró engañarlo para escapar. La segunda prueba consistía en cruzar un río lleno de peligrosas corrientes, pero Benji fue paciente y logró cruzarlo con éxito.
Finalmente, la tercera prueba fue escalar una montaña alta y peligrosa. Benji estaba agotado, pero no se rindió y finalmente alcanzó la cima.
Triunfante, Benji llegó a la cueva y tocó la gema mágica con su pata. De repente, se sintió lleno de energía y su corazón se llenó de amor y bondad.
Regresando con el búho, Benji le contó sobre su experiencia y cómo había cambiado su corazón. El búho le agradeció por su valentía y le dijo que ahora era un conejito aún más especial por haber demostrado su pureza de corazón.
Desde ese día, Benji siguió siendo un conejito curioso, pero ahora también era valiente y generoso gracias a la gema mágica.
Espero que te haya gustado este cuento infantil. ¡Que tengas un bonito día!
HAY UN POEMA,
"El conejito curioso"
andaba por el bosque en su paseo,
y su corazón latía nervioso
con el deseo de saber más de lo que veía.
Sus ojos brillaban con curiosidad,
y su nariz se movía al olfatear,
todo lo que el bosque tenía que dar,
quiso explorar y descubrir sin parar.
Un día, en su camino, vio una luz,
que brillaba con intensidad,
y su curiosidad le dijo:
"¡Veamos qué hay detrás!".
Así, siguió el camino de la luz,
hasta una cueva misteriosa,
donde el sabio búho le explicó,
que esa luz era muy valiosa.
Pero antes de poder llegar a ella,
debería pasar tres pruebas primero,
y el conejito curioso, sin temor,
se dispuso a demostrar su ingenio.
Enfrentó al zorro astuto con valor,
y lo engañó para poder escapar,
cruzó un río peligroso sin temor,
y escaló una montaña para llegar.
Finalmente, tocó la gema mágica,
y sintió su corazón lleno de bondad,
el conejito curioso aprendió así,
que la curiosidad, es también humildad.
Ahora, con su corazón lleno de amor,
sigue explorando el bosque sin cesar,
el conejito curioso, es un gran cazador,
de aventuras por descubrir en su caminar.